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Kaliakra
Kaliakra

En una de las cuevas del cabo Kaliakra hay un museo donde se pueden ver muchos hallazgos arqueológicos descubiertos durante excavaciones en la reserva. Entre las exhibiciones más atractivas se encuentra una maqueta de la antigua fortaleza que muestra cómo era en el pasado.
La leyenda más conocida es la de las 40 doncellas búlgaras que ataron sus cabellos entre sí y se arrojaron al mar para no caer en manos de los opresores otomanos. Una de ellas era Kaliakra, cuyo nombre lleva el cabo. Hoy, al comienzo del cabo Kaliakra, hay un obelisco llamado «La Puerta de las 40 Vírgenes» en su memoria.
Otra leyenda es la de San Nicolás, el patrón de los marineros. El santo huía de los turcos, y Dios alargaba la tierra bajo sus pies para que pudiera escapar—de este modo se formó el cabo. Finalmente fue capturado, y ahora allí se encuentra una capilla restaurada en 1993 que simboliza su tumba. Durante el dominio otomano también existía en el lugar un monasterio de derviches que, según se decía, conservaba las reliquias del santo turco Sarı Saltık. Un pequeño cabo al norte de Kaliakra lleva el nombre de «San Nicolás».
